
TRAYECTORIA
Luego de que la Federación Nacional de Boxeo le negara la posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 - chance que se había ganado en el Campeonato de las Estrellas - y de alcanzar una mejor condición de vida que le permita salir del hacinamiento en el cual vivía con sus hijos, Alejandra tomó la decisión de comenzar su propio camino.
Tras 44 peleas amateurs en tres años (2002-05), Alejandra Mariana Oliveras, ya con la chapa de Locomotora, inició su trayectoria como profesional. La vida le dio revancha, y la misma tuvo como punto de partida el 12 de agosto de 2005, en General Levalle (Córdoba). Ese viernes venció por knock out técnico a María del Carmen Potenza antes de que termine el 2do round en un combate en peso pluma. De esa manera Alejandra dio el golpe inicial de lo que sería una de las mejores carreras boxísticas de nuestro país.


Sus primeras siete peleas fueron en diferentes puntos de Córdoba. Venció María del Carmen Montiel por puntos en La Carlota, y dos meses después a Silvia Gervasi en Buchardo (en pluma y supergallo respectivamente). En su primer combate del 2006 en Río Cuarto (6 de enero) volvió a ganarle a Potenza antes del cuarto round, esta vez por decisión técnica.
Alejandra reforzaba su chapa de locomotora cada noche estelar que decía presente en un cuadrilátero. Llegó a las cinco victorias consecutivas ganandole a Bettina Garino en su debut profesional, en Laboulaye, por puntos. Su nombre ya hacía ruido en el mundo del boxeo, y no solo en nuestro país. Su estilo de pelea sumado a los excelentes resultados acaparaban la atención desde representantes hasta boxeadoras, sumado a la gran afición y el periodismo.
No fue hasta su sexta pelea que paró de ganar, cuando ante Garino en una revancha en peso superpluma (la anterior había sido en ligero), se llevó un empate. Sin embargo, Ale volvería a la senda del triunfo de la mejor manera posible. En una pelea supergallo llevada a cabo en el Club Pabellón de Alejandro Roca. Esa noche, Gabriela Báez no le duró ni dos minutos en pie a Oliveras, que con un gancho la hizo besar la lona.
“Cuando comencé no tenía representante, a mi me llamaba, iba y peleaba. Comencé a manejarme con uno cuando me acercaron la posibilidad de ir a pelear a México, con Nava”, cuenta la Locomotora. Una Locomotora que cada vez funcionaba mejor, y que en seis peleas había hecho méritos suficientes para pelear por el título Supergallo de la Confederación Mundial de Boxeo (WBC) en Tijuana, más precisamente en el Palenque del Hipódromo de Agua Caliente.
La pelea del 25 de mayo del 2006 fue particular y diferente para nuestra protagonista. Desde que llegó a México, se sintió más visitante que nunca, y en la pelea eso no varió. No obstante, la complicación más grande la tuvo en el combate (pactado a 10 rounds), cuando en el tercero tuvo una triple fractura en su mano derecha (la hábil), sacándose un nudillo de lugar. Fiel a su estilo de vida, le puso la otra mejilla al inconveniente, o el otro puño en este caso, y siguió con más fuerza. “Fue un dolor tremendo. Es la pelea que más recuerdo, que más me pega en el corazón, porque estaba sola, en otro país, frente a miles de personas que me hacían fuck you, me gritaban ‘Viva México’ y demás. Pero la noqueé” expresó Alejandra en una entrevista con Página 12, en marzo de 2018. Con su mano inhábil y en un contexto totalmente desfavorable, logró apagarle las luces a la mejor boxeadora del mundo hasta ese entonces.
“Me llevaron para que Jackie ganara, ella era la estrella. En ese momento ya estaba en el hall de la fama como la mejor boxeadora del mundo. Ella y Laila Ali, y yo la noqueé en su propia casa. El único KO que tuvo Jackie Nava en su carrera fue el mío”, amplió. La “Mujer de Acero”, como la tituló el artículo, había avisado con un gancho de izquierda en el séptimo. Finalmente, cuando restaban 18 segundos y Navas la acorralaba en una esquina, la argentina fue más rápida al repetir el gancho de zurda y desplomar a Jackie, quien no pudo volver a ponerse en pie.
Ya con el título CMB en su poder, y su apellido en los diarios de todo el mundo, la Locomotora tuvo la posibilidad de defender esa presea ante los ojos de su gente, el 13 de octubre de 2006. En el club Sportivo América, en Rosario, el desafío era esta vez contra Anays Gutierrez. La pelea fue dominada prácticamente en su totalidad por Oliveras, que tomó el centro constantemente y demostró con hechos el protagonismo y favoritismo que se le adjudicó en la previa. La colombiana no tuvo una mala presentación, pero pasó zozobras en varios momentos y le faltó mucho para alcanzar a una locomotora que vivía uno de sus mejores etapas.
En el segundo round vivió el momento más complicado de la velada, al cortarse arriba de su ceja derecha, tras un choque de cabezas. En su discurso victorioso para todo el estadio pidió disculpas por no haber noqueado como lo prometió en la previa, y dejó una graciosa anécdota: “Les pido perdón, pero las zapatillas me apretaban y la verdad es que me olvidé de ir al baño. ¡Me cagaba encima!”. Lo único que le quedó a ese impecable año fue una presentación el 22 de diciembre en el Lawn Tennis Club de Buenos Aires. En un combate bajo el pesaje supergallo, superó esa noche a Claudia Andrea López por puntos (decisión dividida), en una pelea a ocho rounds.
Su 2007 empezó a todo ritmo. En la velada organizada para el 2 de marzo en el Superdomo Orfeo de Córdoba, Alejandra volvió a la capital del cuarteto y el fernet para verse las caras por segunda vez con Jackie Navas. La primera parte del combate fue para la mexicana, que con más estrategia e inteligencia diagramó una mejor pelea. Sin embargo, en los asaltos más importantes, los finales, la figura de la locomotora creció, con coraje yendo al frente, fiel a su estilo. El marcador de la TV dio 95 iguales en las tarjetas pero uno de los jueces se la dió a la local (97-95), y decantó la victoria de la anfitriona.
Dos meses después, volvió a defender su corona en el Club Atlético Central Argentino de Río Cuarto. En una noche a pura fiesta y en la que se tuvieron que devolver entradas por sobreventa, Oliveras no desentonó y cumplió. Venció a la campeona de Brasil Adriana Salles ampliamente por puntos. Salles se ocupó de caminar el ring y esquivar el combate constantemente, y la Locomotora buscando el contacto y sin pasar momentos complicados, retuvo el título supergallo CMB nuevamente en su país.
El 4 de diciembre de 2008, la Locomotora fue protagonista de una de las veladas más recordadas en la historia del boxeo. Tuvo lugar en el Luna Park frente a la campeona supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo, Marcela “La Tigresa” Acuña. Por el otro lado, Oliveras era la campeona del Consejo Mundial de Boxeo. La pelea arrancó desde los medios y terminó donde correspondía, en el cuadrilátero.

En aquél momento, La Tigresa Acuña era participante de “Bailando por un sueño” el ciclo más visto en la televisión argentina, por lo que la promoción de la pelea se agigantó más. Luego las chicanas entre las boxeadoras continuaron en radio y demás programas televisivos. Hasta que llegó el momento de enfrentarse ante diez mil espectadores. Fue un duelo donde primó más la técnica que la fuerza. Alejandra buscó y en ese afán de atacar descuidó su defensa hasta que en el quinto round, un certero golpe de Acuña determinó el destino de la pelea. Fue derrota de la Locomotora. Las tres tarjetas fueron: 98-91, 97-93, y 95-94. Victoria de la Tigresa en fallo unánime.
Luego vendría una rafaga de siete triunfos para reponerse desde lo anímico y deportivo. La revancha contra Adriana Salles en Uruguay le permitió recuperar la seguridad y retomar el camino de la victoria. En dicho enfrentamiento, consiguió un nuevo cinturón, el de la Asociación Mundial de Boxeo A este combate le siguieron tres peleas con resultado favorable y diferentes modos de conseguirlo: por fallo unánime frente a Natalia del Pilar Burga, nocáut técnico contra Silvia Lescano y nocáut ante Antonina Vázquez.
Los éxitos siguieron sumándose en una carrera que se asentaba en el trono de la categoría Supergallo. En Tucumán retuvo el título una vez más cuando derrotó por puntos a la entrerriana María Eugenia Quiroga. Fue una pelea intensa, en la que Quiroga se le plantó de igual a igual hasta que físicamente se sintió agotada y no pudo sostener el ritmo de la Locomotora que impuso su calidad de campeona. Lo mismo ocurrió en la siguiente pelea disputada en Córdoba cuando a pura potencia le ganó en fallo unánime a Sonia Edith Paladino.
Más tarde, en la ciudad de Santa Fe en el estadio Ángel Malvicino, liquidó en el quinto round el combate contra Silvia “La Leona” Zacarías previsto a ocho asaltos. Con una combinación de golpes de derecha e izquierda al rostro y al cuerpo, logró que el referí de la pelea contara hasta diez por segunda vez en un mismo round y confirmara que el récord de la campeona supergallo sea de 19 victorias, 2 empates y una derrota.

Captura de pantalla sobre un artículo publicado en el porta: www.ellitoral.com el 13 de noviembre de 2010.
Pero ese andar victorioso tendría una piedra en el camino y el tropiezo se dio ante Mónica Acosta. La Gata era poseedora del cetro superligero del Consejo Mundial y se enfrentaba a la boxeadora del momento. Fue una pelea pareja, en la que Oliveras arrancó mejor y durante los primeros cuatro rounds dio el indicio que podía quedarse con el triunfo. Siempre aportando vértigo y potencia en sus golpes, pareció despertar a la pampeana que en el sexto round, entendió lo que debía hacer. Prevaleció en los cruces y mientras Alejandra comenzó a fallar, le permitió a Acosta emparejar el trámite hasta llegar a las tarjetas. Las mismas vieron como ganadora a La Gata que le puso freno a la Locomotora que venía derecho sobre rieles.

Pero como dice el dicho “un tropezón no es caída”, Alejandra lo tomó a la ligera. A la siguiente pelea volvió a ganar ante la chaqueña Pamela Benavídez y ratificó ese buen momento en el siguiente combate ante Alicia Alegre, que le permitió empezar a soñar con conseguir otro título mundial. El enfrentamiento ante la brasileña fue chato y se definió por nocáut técnico en el sexto asalto.
En Río Cuarto se dio la segunda noche inolvidable para la carrera de Alejandra. Fue ante la colombiana Liliana Palmera, a quien derrotó por nocáut técnico en el quinto asalto, en una pelea que empezó a definirse en el segundo round, cuando un cross impactó en el mentón de la colombiana quien cayó a la lona y su andar en el combate no volvió a ser el mismo. Por eso, el cuarto y quinto round fue para terminar de arrollar a una contrincante que lo único que pudo hacer fue tratar de alargar la pelea lo más posible. De esta forma, la Locomotora se consagró campeona del mundo ligero de la Asociación Mundial de Boxeo y le daba el 15to título a su entrenador, Amílcar Brusa.
Pasaría una pelea más ante Roxana Laborde, en la que prevaleció en las tarjetas, hasta llegar a la disputa por el título pluma ante la mexicana Jéssica Villafranca. Fue victoria por nocaut, donde la nota la dio la jóven de 18 años que no pudo ante los embates y experiencia de la jujeña y decidió no salir a pelear en el quinto round.De esta forma, le dio el tercer título mundial a la Locomotora Oliveras y consiguió un hito en el boxeo, el de ser campeona mundial en tres categorías diferentes y elevar su récord a 24 triunfos, 2 empates y 2 derrotas.
La siguiente pelea fue contra Simona Da Silva Duarte por el peso ligero, aunque esta vez no había título en juego. La definición de la pelea se dio en el quinto round, luego de una combinación de tres golpes a las partes blandas, castigo que sintió la brasilera al quedar de rodillas escuchando el conteo de protección del árbitro. Así, subió aún más su récord de victorias que alcanzaba 25, ostentando los títulos mundiales de supergallo, pluma y ligero.
En los años 2012 y 2013, defendió 5 veces consecutivas y de forma categórica el título Mundial Pluma de la Organización Mundial de Boxeo. La primera defensa fue ante la colombiana Diana Ayala en la ciudad de Bariloche, donde Oliveras dominó la pelea de principio a fin y su rival tiró la toalla antes del comienzo del sexto round. El resultado fue el mismo en las siguientes dos peleas, ante Migdalia Asprilla y Paulina Cardona. Alejandra obtuvo ambos triunfos de manera contundente al ganar por Nocaut Técnico en el quinto y cuarto round, respectivamente.
El combate más difícil en su camino para retener el título fue ante la colombiana Dayana Cordero. La pelea se disputó a principios de 2013 en Bahía Blanca, donde la Locomotora contaba con el apoyo del público argentino a su favor. Luego de una pelea reñida y polémica, donde la campeona fue señalada por dar golpes por debajo de la cintura a su rival, Alejandra consiguió la victoria por puntos, en decisión unánime.
La última defensa fue ante Calixta Salgado en su provincia natal, Jujuy. El desempeño de Oliveras fue arrollante y la pelea concluyó en el quinto round luego de una derecha que dejó en la lona a la colombiana. Así, la Locomotora hizo cinco defensas al hilo, y se quedó con una marca de 29 victorias, 2 empates y 2 derrotas en su historial.
Luego de eso, a finales de 2013, a Oliveras se le presentó la oportunidad de pelear nuevamente por el título superligero del Consejo Mundial de Boxeo que había dejado vacante Mónica Acosta. Su rival fue Lely Luz Flórez y la pelea se llevó a cabo en Santo Tomé, su ciudad adoptiva. Nuevamente fue victoria por nocaut de Alejandra, después de un combate que dominó de principio a fin, y en el que el juez tuvo que parar la pelea en el séptimo round al ver el mal estado de la colombiana.
En Noviembre de 2014, más de un año después de su última pelea, se enfrentó a Erica "La Pantera" Farias, en Cancún. En un combate muy parejo, Farías fue la que obtuvo el cinturón, luego de un fallo dividido del jurado. De esta manera Oliveras no pudo defender el título y sumó una derrota a su historial.


A partir de ahí, la Locomotora comenzó a realizar peleas para la World Pugilism Commission. La primera fue en julio de 2015 ante Natalia Aguirre, en un combate a 6 rounds que Alejandra ganó por decisión unánime. Los últimas dos combates fueron ante Lesly Morales, las cuales terminaron con victoria para Oliveras. La primera fue en 2017, por decisión unánime.
Mientras que en 2019 se subió por última vez al ring como profesional en la llamada “Pelea del Siglo”. Se llamó de esta manera por la duración de 12 rounds de 3 minutos, en los cuales se buscaba la igualdad con el boxeo masculino, causa por la que Alejandra militó toda su vida. En la misma ganó por Nocaut técnico en el décimo primer round.
De esta forma, Alejandra "Locomotora" Oliveras tiene hasta el momento un historial de 34 victorias, 2 empates y 3 derrotas, lo que la coloca como una de las boxeadoras más ganadoras de la historia.